Es una cubierta que permite plantar vegetación sin afectar al edificio. Cumple funciones ecológicas.
¿Una placita en el techo de la escuela? No es tan así pero es parecido. Es que la Ciudad ya tiene su primera Terraza Verde en una escuela pública. Se trata de una iniciativa del Gobierno de la Ciudad que forma parte del proyecto “Agenda Verde” y que se construyó en la escuela 6 distrito escolar 1 “French y Beruti”, ubicada en Juncal y Basabilbaso, en el barrio de Retiro.
Una cubierta verde es un sistema de ingeniería que permite el crecimiento de vegetación en la parte superior de los edificios (ya sea en techos o azoteas) manteniendo protegida su estructura y el techo. Se usan en muchas ciudades del mundo –Tokio, Chicago, Berlín, Londres– porque son una solución de la arquitectura contra el cambio climático y según el lugar, hay beneficios impositivos para los dueños de los edificios que las implementen. Tienen quizá, un antecedente en los jardines colgantes de Babilonia, que el rey Nabucodonosor ordenó construir unos 600 años antes de Cristo como un gesto de amor para su esposa Amytis.
“Es un paso hacia una Ciudad más sustentable y amigable con el ambiente, diseñadas adecuadamente representan un componente muy importante que permite la conexión entre los diferentes parches verdes de la Ciudad, brindando un hábitat para las especies y es una manera de compensar los impactos causados por la urbanización”, señaló Diego Santilli, Ministro de Ambiente y Espacio público.
Para realizar la primera terraza verde, primero se instaló una membrana especial resistente al contacto continuo con el agua y los rayos ultravioletas, y se realizó una prueba hidráulica durante 72 horas para verificar que no hubiera filtraciones. Luego se dispusieron unos 4.000 plantines en 200 metros cuadrados en el techo de la escuela y se instaló un sistema de riego por goteo que no produce filtraciones. Entre las especies utilizadas se privilegiaron las nativas y aquellas que se puedan adaptar y funcionar en el emplazamiento sin requerir cuidado intensivo.
La instalación de la cubierta comenzó en enero y finalizó un mes más tarde: la Agencia de Protección Ambiental del Ministerio se encargó de la financiación y ejecución del proyecto. A la hora de señalar las ventajas, Santilli explicó que “reducen las temperaturas de los edificios, ahorrando energía y emisiones de CO2, mejoran notablemente la calidad del aire, y retrasan el escurrimiento del agua de lluvia en un 90%”.
La construcción de la terraza verde cumplirá asimismo una función educativa para los alumnos de la escuela, ya que podrán ser instruidos de manera práctica sobre flora y fauna. “No es casual que arranquemos por hacerlo en una escuela. Todas nuestras iniciativas verdes tiene como fondo la educación ambientalista, que es lo que hará perdurar estas acciones en el tiempo y terminará por darnos un planeta mejor para nuestros hijos” dijo Santilli.
El año pasado se inauguró en el Centro de Gestión y Participación 2 (Uriburu al 1000) una especie de terraza verde, que no lo es precisamente eso, aclararon en el Ministerio. Se trata de una cubierta de planchas de plantines que no tiene contacto con la superficie.
Durante los próximos meses, se realizará un trabajo de monitoreo para poder medir el impacto de la terreza verde en cuanto a su capacidad de enfriamiento del aire y retardo del tiempo de escurrimiento del agua.
Fuente: clarin.com
Una cubierta verde es un sistema de ingeniería que permite el crecimiento de vegetación en la parte superior de los edificios (ya sea en techos o azoteas) manteniendo protegida su estructura y el techo. Se usan en muchas ciudades del mundo –Tokio, Chicago, Berlín, Londres– porque son una solución de la arquitectura contra el cambio climático y según el lugar, hay beneficios impositivos para los dueños de los edificios que las implementen. Tienen quizá, un antecedente en los jardines colgantes de Babilonia, que el rey Nabucodonosor ordenó construir unos 600 años antes de Cristo como un gesto de amor para su esposa Amytis.
“Es un paso hacia una Ciudad más sustentable y amigable con el ambiente, diseñadas adecuadamente representan un componente muy importante que permite la conexión entre los diferentes parches verdes de la Ciudad, brindando un hábitat para las especies y es una manera de compensar los impactos causados por la urbanización”, señaló Diego Santilli, Ministro de Ambiente y Espacio público.
Para realizar la primera terraza verde, primero se instaló una membrana especial resistente al contacto continuo con el agua y los rayos ultravioletas, y se realizó una prueba hidráulica durante 72 horas para verificar que no hubiera filtraciones. Luego se dispusieron unos 4.000 plantines en 200 metros cuadrados en el techo de la escuela y se instaló un sistema de riego por goteo que no produce filtraciones. Entre las especies utilizadas se privilegiaron las nativas y aquellas que se puedan adaptar y funcionar en el emplazamiento sin requerir cuidado intensivo.
La instalación de la cubierta comenzó en enero y finalizó un mes más tarde: la Agencia de Protección Ambiental del Ministerio se encargó de la financiación y ejecución del proyecto. A la hora de señalar las ventajas, Santilli explicó que “reducen las temperaturas de los edificios, ahorrando energía y emisiones de CO2, mejoran notablemente la calidad del aire, y retrasan el escurrimiento del agua de lluvia en un 90%”.
La construcción de la terraza verde cumplirá asimismo una función educativa para los alumnos de la escuela, ya que podrán ser instruidos de manera práctica sobre flora y fauna. “No es casual que arranquemos por hacerlo en una escuela. Todas nuestras iniciativas verdes tiene como fondo la educación ambientalista, que es lo que hará perdurar estas acciones en el tiempo y terminará por darnos un planeta mejor para nuestros hijos” dijo Santilli.
El año pasado se inauguró en el Centro de Gestión y Participación 2 (Uriburu al 1000) una especie de terraza verde, que no lo es precisamente eso, aclararon en el Ministerio. Se trata de una cubierta de planchas de plantines que no tiene contacto con la superficie.
Durante los próximos meses, se realizará un trabajo de monitoreo para poder medir el impacto de la terreza verde en cuanto a su capacidad de enfriamiento del aire y retardo del tiempo de escurrimiento del agua.
Fuente: clarin.com
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