► Imprimir
por Daniel Sánchez
Las condiciones en las que actualmente viven las comunidades indígenas del país son bastante complicadas.
La segregación histórica que han sufrido estos pueblos originales se ha convertido en un lastre vergonzoso para nuestra sociedad, que se precia de ser descendientes de culturas ancestrales.
En este sentido, los gobiernos que han sido incapaces de integrar a estas comunidades a las dinámicas de desarrollo que requieren para elevar su nivel de vida. El caso de Veracruz, concretamente, es uno de los más preocupantes.
Se ha documentado que anualmente son privados de su libertad entre 200 y 300 indígenas que se encuentran en notable desventaja ante las instancias encargadas de la impartición de justicia al no hablar el español.
Por ley, un ciudadano que sea hablante de una lengua indígena tiene derecho a recibir la asistencia de un intérprete o traductor, aunque desgraciadamente las dependencias de gobierno en general, no cuentan con este tipo de personal capacitado para garantizar que los derechos de estas comunidades no sean aplastados.
Y aunque en la entidad existen organismos e instituciones especializadas en la formación de intérpretes y traductores, como La Academia Veracruzana de Lenguas Indígenas, las dependencias gubernamentales no contratan a los profesionales que egresan de sus aulas.
Además de que los egresados se encuentran totalmente desempleados, la falta de este tipo de personal en las dependencias de gobierno impide que los servicios públicos que ofrecen lleguen a las poblaciones indígenas. La razón es que al desconocer el idioma, simplemente no se dan por enterados de servicios a los que tienen derecho recibir.
La situación es aún más preocupante en materia de salud, pues los indígenas se enferman, sufren y no hay nadie que los oriente y los informe sobre los servicios a los que tienen derecho.
Fuente: sexenio.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario