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por José Bordon
SANTA FE.- Norma Castaño, aquella madre que en 2005 se involucró con los narcotraficantes para...
denunciarlos por la venta de drogas a su hijo, preside actualmente la Asociación Civil Madres Solidarias, que tiene como objetivo servir de contención a grupos familiares que posean a algún integrante con tendencia a las adicciones.
"Comenzamos nuestra labor el 29 de septiembre pasado. Desde aquella fecha, hasta hoy, hemos confeccionado 150 fichas con casos de madres que se acercan a la institución para pedir ayuda. Todas lo hacen por casos de hijos o familiares directos adictos a las drogas. Ellas hacen lo que nosotros hicimos ya hace algunos años. La diferencia es que nosotros golpeamos, muchas veces, puertas que no tenían respuestas. Nuestra institución quiere cubrir ese vacío", planteó Castaño, en la sede que Madres Solidarias posee en avenida Peñaloza 7246, en el extremo norte de esta capital.
Si bien el paco es una droga que tiene fama de consumirse preferentemente en la Capital y en el conurbano bonaerense, la titular de Madres Solidarias no dudó en admitir que también reciben casos de jóvenes adictos al paco. "Nosotros hemos recibido a una madre preocupada porque su hijo consume paco, su salud se va deteriorando progresivamente, y nos dijo llorando que «vive tirado en la calle». Hay muchos casos más; lo que ocurre es que muchas veces los propios padres se niegan a aceptar esta realidad", subrayó Castaño.
Reconoció, no obstante, que nota un cambio en la sociedad, un creciente interés en la problemática. "La gente se está animando a asumir lo que ha comenzado a vivir. Nosotros recibimos a muchas madres que quieren colaborar porque han tenido algunos problemas entre sus familiares y están dispuestas a aportar sus experiencias", añadió.
Hace diez años, cuando Castaño tuvo el problema con su hijo, se encontró con muchas puertas cerradas y con falta de información. Entonces, tuvo que enfrentar todo sola. "Creo que no hay derecho a que una madre deba sufrir tanto porque no se la escucha o no se le cree. La droga es una problemática que se acrecienta en Santa Fe año tras año y cada vez son más mujeres que ven que sus hijos se van muriendo de a poco. Así, una madre tiene pocas alternativas: o se encierra en su casa esperando que algún funcionario de turno algún día la llame y le digan que su hijo está muerto, o comienza a movilizarse para salvarlo. Estoy convencida de que si nos juntamos, iremos logrando que el problema empiece a ser tratado como corresponde", concluyó.
Hace cinco años, Norma Castaño decidió luchar contra quienes proveían de droga a su hijo Gabriel, de 19 años. La mujer investigó a una banda de narcotraficantes que le vendía droga a su hijo. Como percibía que la policía estaba involucrada y por eso no hacía nada, decidió infiltrarse en la organización para acusarlos ante la Justicia. Fue entonces que se infiltró entre los traficantes y hasta compró cocaína. Luego, se presentó ante la Dirección de Drogas Peligrosas y denunció lo que había comprobado.
La respuesta fue siempre casi la misma: "Estamos investigando".
Por denunciar esa supuesta connivencia de la policía con los traficantes de droga, Castaño fue amenazada y sufrió atentados y hasta balearon su casa. No bajó los brazos y acusó a más policías vinculados con grupos de narcotraficantes. Aportó los nombres de los uniformados y hasta el monto de las coimas que habrían cobrado en la Dirección de Asuntos Internos de la policía santafecina.
Madres Solidarias funciona en avenida Peñaloza 7246, en la ciudad de Santa Fe, y su horario de atención es de 8 a 20. Están necesitando la colaboración de personas voluntarias y donaciones. Los teléfonos para comunicarse son (0342) 4836490 y 155-539-001. El mail es madressolidariassfe@gmail.com
Fuente: lanacion.com.ar
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