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Por Tatiana Félix
El último día 28, Amnistía Internacional (AI) divulgó una declaración pública para pedir...
a los países que reafirmen y reconozcan el derecho de acceso al agua y al servicio de saneamiento, como condiciones fundamentales para que cualquier persona tenga una vida digna. La entidad aprovechó este momento en que se realiza el período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, Suiza, para hacer su llamamiento. El cierre del período de sesiones se produce hoy (1°).
El acceso al agua, así como el derecho a la alimentación, vestimenta y vivienda, es considerado un factor determinante para que las personas usufructúen un nivel de vida adecuado. Especialistas dicen que la falta de acceso al agua y al saneamiento causa consecuencias mucho más graves a las mujeres y a las niñas que a los hombres, y eso termina minando los esfuerzos para reducir las desigualdades de género.
El problema de la falta del acceso al agua y servicios de saneamiento es fácil de encontrar en las periferias de las grandes ciudades, así como en áreas rurales y en asentamientos precarios e informales.
De acuerdo con datos de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 1,5 millones de niños con menos de 5 años de edad mueren de diarrea, de los cuales el 88% de estas muertes están relacionadas con la falta de acceso al agua limpia y al saneamiento. Por eso, las entidades refuerzan la importancia del acceso a estos servicios como una forma de conservación de la vida y de la dignidad.
Sin embargo, algunos países todavía se resisten a reconocer este recurso como fundamental para la vida. Éste es el caso de naciones como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, que intentan bloquear la afirmación de estos derechos en las negociaciones del proyecto de resolución (A/HRC/15/1.14), que aborda el asunto.
A pesar de que la mayoría de los Estados concuerdan con la necesidad de garantizar el derecho al agua y al saneamiento como legítimos, AI se preocupa por los países que se oponen a este reconocimiento. Para la entidad, es incoherente el hecho de que los países asuman responsabilidades legales sobre ciertos derechos y no estén dispuestos a reconocer otros que son igualmente fundamentales.
Por lo menos 160 países, de todos los continentes, ya reconocieron el derecho al agua y al saneamiento en varias ocasiones o por medio de términos de compromiso. Y más de 20 países reconocieron por lo menos el derecho al agua en declaraciones regionales o internacionales.
En julio de este año, la Asamblea general de la ONU adoptó una resolución que reconocía "la importancia de disponer de agua potable y saneamiento en condiciones equitativas como componente esencial para el ejercicio de todos los derechos humanos" (A/RES/64/292, de 28 de julio de 2010). La resolución fue adoptada por 122 votos a favor, ninguno en contra y 41 abstenciones. Naciones como el Reino Unido y Estados Unidos justificaron su abstención afirmando que no reconocían estos derechos.
La campaña Exige Dignidad de Amnistía Internacional pide el fin de las violaciones de los derechos humanos que llevan a la pobreza y la agravan. La campaña moviliza a personas de todo el planeta para exigir que sus gobiernos, grandes empresas y otras entidades poderosas escuchen la voz de aquellos que viven en la pobreza y reconozcan y protejan sus derechos.
Fuente: adital.com.br
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