Muchas Veces oímos decir que el pueblo argentino es “solidario”; y eso se empezó a hacer más visible a partir de los años 90, y se constituyo en un factor fundamental de recuperación social y espiritual durante la crisis económica y política del año 2001.
Las organizaciones de la sociedad civil (ONG´s) fueron creciendo en el tiempo desde esa fecha, y hoy ven sus frutos como Entidades autónomas.Ahora bien, algunas de estas maravillosas creaciones han tenido su origen en núcleos muy pequeños, en realidad… en la misma familia y en los amigos de éstas.
Junto con la capacidad de reconocer el problema propio y el de otros semejantes, estas familias, amigos y vecinos que se autoconvocaron para dar ayuda solidaria, son los que hoy integran estar Organizaciones y los que han comenzado a ejercer la solidaridad de una manera totalmente nueva, activa, porque han comprendido cuán enriquecedor podía ser para ellos brindar al otro la ayuda que necesita.
La solidaridad engendrada de esta manera en el seno familiar ha logrado otro tipo de construcciones; por ejemplo, la fundación de una institución y su dirección ha pasado de manos de padres a hijos; o un comedor comunitario en el barrio, que si bien continúa con esa función ahora ha agregado el apoyo escolar, porque recibe mas ayuda solidaria de los vecinos.
Esta nueva función de la familia honra “una condición humana esencial”, la de vivir en el mundo con los otros.
Esta integración debe ser profunda, basada en el amor y en el espíritu de cada uno de nosotros, como hijos de un mismo Dios.
A la luz de ciertos acontecimientos que han sacudido nuestro planeta en estos últimos dos meses y que alertan sobre la necesidad de unirnos para preservar la Tierra, es evidente que la necesidad solidaria es más urgente que nunca.
Fuente: Asociación Civil Generación 21
(ONG) Rosario – Santa Fe.
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