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martes, 30 de agosto de 2011

"Se pone fe en la tecnología y no en la creatividad y el trabajo"


"Decir que es una revolución educativa entregar computadoras a todos los estudiantes es desconocer profundamente la escuela", afirmó ayer el especialista en educación Michael Apple.
Invitado por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (Suteba), Apple, doctor en educación y profesor de Enseñanza y Estudios de Política Educativa en la Universidad de Wisconsin, disertó ayer ante unos 70 docentes, con motivo del congreso sobre educación pública de calidad, organizado como parte del 25° aniversario del gremio.
"Hay que hablar de la realidad en las escuelas; las netbooks pueden ser parte de la solución, pero se pone demasiada fe en la tecnología y no en la creatividad y el trabajo. Dentro de tres años, esas netbooks no van a poder utilizar los softwares nuevos y el Gobierno deberá invertir nuevamente dinero en nuevas computadoras y nuevas capacitaciones docentes", explicó Apple, en relación con el plan Conectar Igualdad, que busca igualar oportunidades a través de la entrega de netbooks a estudiantes.
Apple ha escrito gran cantidad de libros sobre el cambio social a través de la educación, entre ellos Ideología y currículum , seleccionado en su país entre los veinte mejores libros de educación del siglo XX, Educar como Dios manda: mercados, niveles, religión y desigualdad (2002). Ayer recordó el caso de una localidad de la India donde el gobierno entregó computadoras a los estudiantes argumentando que un acceso igualitario a la tecnología logrará que las personas en situación de pobreza avancen. Sin embargo, explicó Apple: "Era un lugar donde no había baños y las niñas no bebían agua en todo el día para no tener que ir, lo que provocaba desmayos debido a las altas temperaturas".
Además, señaló que no puede realizarse una reforma educativa "desde arriba", con la única participación del Estado. Afirmó que no existe país donde una reforma haya sido exitosa sin la participación de la comunidad en su totalidad, con el aporte y compromiso de padres, estudiantes, docentes y agentes estatales. También detalló que es imprescindible el aporte de los padres de menor poder adquisitivo, grupos que, en general, tienen menos posibilidades de participar. "Si no participan esos sectores, entonces, ¿quiénes realizan la reforma? ¿cuáles son los mecanismos que utilizan?", preguntó Apple. "Cuidado con la falsedad del populismo", advirtió.
Apple brindó un par de ejemplos exitosos de barrios marginales que lograron mejorar la calidad educativa de los estudiantes. "Uno muy importante se dio en Porto Alegre, en Brasil. Allí lograron que la escuela de una favela se convirtiera en el centro de la comunidad, con la participación activa de quienes allí viven", dijo. Un segundo caso fue el de la escuela Fratney, en Wisconsin, donde el 50% del alumnado es de habla española y el otro 50%, de habla inglesa.
Entre los estudiantes hispanohablantes había una deserción muy alta y su nivel de aprendizaje era inferior al del resto. Se instauró un sistema de enseñanza por el cual todas las materias se dictaran en inglés durante un mes y al siguiente en español. Luego de tres años de trabajo, se observó una asistencia del 90% de los inscriptos y una mejoría en las notas del 30%.
Apple afirmó que no pueden emplearse modelos "importados" de otros países, y señaló que ni el de Chile o el de Estados Unidos son pertinentes para la Argentina. En ese sentido, explicó que no pueden realizarse análisis sobre la base de una sola variable, y que lo aconsejable es siempre realizar múltiples evaluaciones..


Fuente: lanacion.com.ar

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