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martes, 24 de mayo de 2011

Estudio acusa a Barrick de alta contaminación en aguas argentinas

ImprimirLa Fundación Centro de Derechos Humanos y Ambiente publicó un trabajo que da cuenta de metales pesados como arsénico, plomo y mercurio en los ríos cercanos a los proyectos Pascual Lama y Veladero.

Un estudio que publicó la Fundación Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA) de Argentina arrojó preocupantes conclusiones en relación a la contaminación de las cuencas del país trasandino comprometidas por los emprendimientos de la principal minera de oro del planeta, la transnacional canadiense Barrick Gold.
Según la investigación, titulada “Impacto de los Emprendimientos Veladero y Pascua Lama sobre los recursos hídricos de la provincia de San Juan”, la concentración de metales pesados como plomo y mercurio durante 2009 superó más de trece veces el valor máximo de la línea de base, violando el compromiso hecho por la empresa en su Estudio de Impacto Ambiental.
Además, las concentraciones de metales pesados, grasas y aceites en los ríos de la zona aumentaron a partir del inicio de la construcción de Pascua Lama en 2009, proyecto que en dos años más entraría en operaciones y que se proyecta ser tres veces más grande que Veladero.
La preocupación aumenta si se considera que los habitantes de la localidad de Jáchal, vecina al proyecto Veladero, se han estado enfermando y muriendo de cáncer, especialmente desde 2005, año en que entró en operaciones el emprendimiento minero.
Sin asociar en forma definitiva ambos fenómenos, Daniel Taillant, coordinador del Área de Minería, Glaciares y Derechos Humanos de CEDHA, sostuvo que los niveles de contaminación son alarmantes, excediendo en algunos casos lo establecido por la norma ambiental argentina.
Se advierte además que las muestras de agua sólo pudieron ser obtenidas al cabo de un año de solicitarlas a las autoridades y luego de las presiones del Defensor del Pueblo, información pública que no fue generada del Fisco, sino que a partir de los monitoreos de la propia compañía.
Una situación que, según Taillant, es bastante común en este sector productivo, puesto que la información es poder y por esta razón se restringe: “En el sector minero esto es un problema sistemático. En Argentina la información es poder, se resguarda muchísima, se monopoliza y no se brinda, para que uno que está interesado, una comunidad u organización ambiental que quiera accionar, no tenga esta información. En el caso de Pascua Lama hemos hecho varios pedidos de información, pidiendo estudios de impacto ambiental. En la página de la secretaría de Minería, que ahora es ministerio, de la provincia de San Juan, esa información no estaba. Te piden que vayas físicamente a la provincia, nosotros vivimos a 900 kilómetros y además te cobran. O sea, en realidad el acceso a la información está muy limitado. Así y todo, no nos daban la información que buscábamos”, dijo.
Lucio Cuenca, del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), aseguró que una situación similar se debe estar viviendo en el valle del Huasco, donde habitan 70 mil personas, por la remoción de rocas y la intervención en la alta cordillera, pero advirtió que no hay certezas, porque no se han entregado los informes con esa información en el lado chileno.
Cuenca recalcó que la ciudadanía tampoco tiene acceso a los datos de este proyecto en el territorio nacional: “Es un proyecto que está en la alta cordillera, entr 4.000 y 5.000 metros. A partir del tratado minero, a la empresa se le entrega un territorio que hoy día prácticamente está en un 100% administrado por ellos. Tienen el control territorial de la zona, por lo tanto, la comunidad no puede llegar directamente a la zona del proyecto y verificar qué está pasando. Por lo tanto, se requiere un Estado y servicios públicos que estén efectivamente y que tengan los recursos para realizar la fiscalización que corresponde. Nosotros vemos que eso no se está haciendo”, afirmó.
Ejemplo de esto, añadió el ambientalista, es la primera fiscalización en noviembre de 2009, cuando sólo 14 meses después la empresa recibió una sanción por las irregularidades detectadas en relación con la mitigación del daño a los glaciares, lo que demuestra un sistema con deficiencias.
Según OLCA, en 2005 hubo un ocultamiento sistemático de los estudios que daban cuenta de la disminución de los glaciares por acción de la empresa, en 2007 se retuvo por más de siete meses la información relacionada con los fallecimientos de trabajadores en faenas, que ya alcanzan 16 solo del lado chileno, y en 2009 y 2010 se negó el acceso comunitario a todo lo relativo a la fijación de tributos y a los asuntos fronterizos comprometidos en el proyecto Pascua Lama.
Lucio Cuenca añadió que hay una gran incertidumbre en las comunidades del Valle del Huasco sobre qué calidad de agua están tomando, si está contaminada y si está afectando el suelo y los cultivos de la zona.

Fuente: kaosenlared.net

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